poema 6
Tan pronto la envidia nos corroe
tan pronto vemos de espalda al “enemigo”
un puñal lleno de
rabia le ofrecemos...
y luego ¡y luego
que!...¿cómo estas amigo?
te ofrezco mi mano,
¡que irónico!
ocultamos lo hecho,
en fin somos seres humanos.
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